domingo, 31 de mayo de 2015

Dar un paso es más que suficiente para cambiar

Miraflores en un día como hoy
Hoy hizo un día agradable en Miraflores, Lima. En general, este distrito es así, tranquilo, un bello paisaje, con bellos parques y un litoral con una vista privilegiada, altos edificios de variados diseños, árboles y flores por doquier, gente haciendo deporte, leyendo, volando en parapente, surfeando, parejas paseando, un paisaje eternamente primaveral. Pienso que soy un tipo afortunado por tener acceso a un espacio acogedor que me permite escribir tranquilo y compartir con todos Uds. un poco de mi vida.

Realmente, todos estos lujos no significan nada, pues van a cambiar tarde o temprano; actualmente se que mientras me mantenga consciente de esta realidad conseguiré llevar una vida tan plena y probablemente aun mejor que ahora, porque si hay algo que realmente puede servir como vara de medida para evaluar los cambios que uno ha sufrido en su ser es la sensación de plenitud con la vida que uno lleva en el momento presente.

Hoy cumplo mi promesa de publicar un artículo donde contaré de la mejor manera posible cómo es que alguien que lleva una vida sedentaria en la ciudad de sus sueños, haciendo lo que le gusta y que a la vez está beneficiando a otros de pronto cambia de opinión, deja todo abruptamente y emprende camino con la firme determinación de no volver atrás en la vida.

Un paso, una firme decisión basta para que todo cambie y resulta que, desde que tenemos conciencia (o lo que consideramos conciencia) estamos tomando decisiones, es decir que tomamos decisiones desde pequeños (algunos creen que incluso antes, yo qué se...) e incontables veces en un día... y cada vez que lo hacemos tomamos un nuevo rumbo, hacia lo que nosotros esperamos "sea lo correcto", lo que nos beneficiará y nos mantendrá felices, o al menos nos acercará a la felicidad, la autorrealización, la paz verdadera, como lo queramos llamar. Sin embargo, la mayoría de nosotros sólo somos capaces de recordar pocas de esas decisiones, la mayoría de las veces apenas podemos contar esas ocasiones con los dedos de una mano, y esto se debe a que tenemos mentes tan burdas y superficiales que sólo podemos tener presentes en esa mal llamada "conciencia" aquellas experiencias más intensas, las que nos marcan más profundamente en nuestras vidas. Pues bien, el paso del que les hablaré en este artículo precisamente tiene esa característica, para mí ha significado un gran hito en lo que considero mi proceso de maduración como ser humano, el día que decidí dejarlo todo para finalmente lograr un cambio significativo en mi comportamiento, un cambio que me de la certeza de que nunca más perderé el control, que no seré nocivo para quienes me rodeen, que todo lo que haga sea realmente bueno para muchos, y que finalmente he entrado en una "corriente" de crecimiento, de vida virtuosa, un punto a partir del cual uno ya no puede retornar a esa vida de desdicha para uno mismo y para los demás. Pienso que esto es lo más ambicioso que me he propuesto en mi vida, pero no me importa, pues conseguir semejante objetivo para mí vale más que todo lo que uno pueda acumular en una o más vidas.

No es la primera vez que tomo decisiones drásticas para lograr cambios significativos en mi vida. Para muchos este comportamiento se asemeja al de una persona que acostumbra a no completar lo que inició. Realmente, cuando uno descubre que lo que está haciendo no está bien, y seguir en lo mismo empeorará las cosas, lo correcto es parar inmediatamente, ver la posibilidad de reparar el daño ocasionado y buscar una mejor manera de hacer las cosas. Yo comprendo la diferencia en la actualidad, pues en el pasado muchísimas veces fui de aquellos que no completaban lo que iniciaron. Uno puede cambiar, madurar y hacer las cosas mejor. Pues bien, eso es lo que en este momento me tiene en este punto de la existencia, con la conciencia ahora más tranquila, y con todas las condiciones para crecer y ayudar a otros a crecer como personas. Y pienso seguir en esta línea, pues veo que aun hay mucho por recorrer y vale la pena hacerlo.

Para que se puedan hacer una imagen más clara de lo que estoy contando, será bueno compartirles una parte de mi historia de vida...

Nací en Punta Arenas, Chile, en el año 1980. Provengo de una familia tradicional Chilena de clase media y de fe cristiana católica (pero no observantes) de la zona más austral de mi país. Aquí viví casi toda mi niñez y adolescencia, hasta los 18 años, donde disfruté de una niñez tranquila y bien aprovechada, aunque reconozco que fui criado con el rigor de la época, donde los muchachos inquietos como yo éramos comunmente castigados física y psicológicamente con rudeza, especialmente cuando se es hijo de militar... Afortunadamente esa etapa ya fue superada, y la armonía familiar restablecida. 




Recibí educación primaria pública y secundaria privada, asi como también una fuerte formación cristiana católica por parte de la Congregación Salesiana, con quienes cultivé muchas cualidades y viví grandes cambios conductuales. Luego emigré a diversas ciudades del Centro y Sur de Chile para estudiar en la Universidad o establecerme (Con cón, Temuco, Ancud, Futrono, Puerto Natales, Valdivia).



A comienzos de la segunda década de mi vida (2000-2004), me formé en la Universidad de la Frontera, Temuco, donde me gradué de Kinesiólogo (se nos conoce como fisioterapeutas en algunos países). Al mismo tiempo, comenzó mi profundo interés por el Taiji y la cultura China, así como también comencé a conocer muchas otras formas de pensamientos filosóficos, espirituales, políticos etc. Aquí viví nuevos cambios por causa del librepensamiento.






Luego de eso (2005-2008), estuve buscando un lugar donde establecerme y realizarme como persona, profesional, jefe de familia, artista marcial, etc. Me enfrenté a diversas experiencias agradables y desagradables para mí, disfruté de la vida material, amé muchas veces, también hice daño muchas veces, a mi mismo y a otros.






Entre 2008 y 2014 me establecí en la maravillosa ciudad de Valdivia, donde viví años intensos, llenos de experiencias (agradables y desagradables) y donde comencé a descubrir mi propósito en la vida: desarrollar al máximo posible mis cualidades positivas y compartirlas con los demás, con la esperanza de reparar los daños ocasionados a lo largo de mi vida (ya sea directa o indirectamente) a quienquiera que sea.

Mi búsqueda del mundo ideal fue infructuosa y llena de desdicha, debido a mi falta de madurez y a muchas conductas condicionadas desarrolladas desde la niñez; entre estas desdichas, puedo destacar un gran fracaso amoroso que tuve en 2011, debido a mi impulsividad, lo que desembocó luego en una depresión que requirió manejo médico: fui infiel a Marjorie, mi pareja en esos años y a quien quise mucho, sólo que de la manera incorrecta, además maltraté de diversas maneras a su hijo, a quien tampoco supe criar (como padre adoptivo) y dar afecto de la manera adecuada. Como consecuencia de ello los perdí a ambos para siempre, y casi termino en prisión por violencia intrafamiliar. Tengo una gran deuda con ellos. Espero algún día poder saldarla de alguna manera.


Eso implicó fuertes cambios en mi estilo de vida. En 2011 dejé de trabajar como kinesiólogo y como profesor de taiji a cambio de un sueldo y comencé a ofrecer mis terapias y mis clases de taiji a cambio de aportes voluntarios, regalé los muebles de mi casa, mi motocicleta y alquilé mi casa, para irme luego a vivir con mi pareja de aquel entonces. Hago mención especial a Alejandra, con quien compartí 3 años maravillosos de mi vida, de mutuo aprendizaje, crecimiento y compañía, y a la película "Pay It Forward" (Cadena de favores), que me sensibilizó bastante con respecto a la importancia de hacer cosas buenas por los demás y en forma desinteresada. En 2012 conocí la Meditación Vipassana, una técnica muy antigua y no sectaria, redescubierta por Siddhartha Gotama hace más de 2600 años, y enseñada actualmente por S.N. Goenka, en la tradición de Sayagyi U Ba Khin, quien es representado por miles de profesores debidamente preparados por todo el mundo. 









Estoy profundamente agradecido por haber tenido la oportunidad de aprender esta técnica, pues ahora tengo las herramientas que necesito para avanzar en mi camino por mis propios medios, madurar en profundidad y conseguir lo que busco algún día. Aquí comenzó una nueva etapa de cambios, aun más intensa, en conducta, estilo de vida y forma de pensar...

Finalmente, en Septiembre de 2014 decidí dar "el gran paso". Aun me sentía insatisfecho por no ser lo suficientemente bueno para mantener el dominio de mi mente y mis impulsos, así como también cuidar mis relaciones interpersonales saludables sin perder el control, entonces decidí hacer nuevos cambios fuertes en mi vida, que naturalmente fueron dolorosos al comienzo: dejé a Alejandra, mi pareja en ese momento, mi casa (se la regalé a mi ahora ex pareja), dejé mi escuela de taiji Shen Wu Valdivia (actualmente la dirigen mis estudiantes más avanzados, bajo la estricta supervisión de mi maestro, Victor Velásquez Conejeros, director y representante de Shen Wu Kwoon Chile), dejé de trabajar como voluntario en la Cruz Roja Filial Valdivia, y además abandoné la empresa que estaba recién iniciando en sociedad con un amigo, Joaquín Castro, la cual rápidamente estaba dando sus frutos, sin embargo yo no estaba en condiciones de enfrentar los nuevos desafíos. Para poder seguir era estrictamente necesario desligarme de todas mis responsabilidades.


Así que me fui a dedo hasta Santiago de Chile, donde estuve algunos días trabajando y adaptándome a mi nuevo estilo de vida, para luego partir al Centro de Meditación Dhamma Sukhada, cerca de la ciudad de Brandsen, Argentina. Aquí estuve un mes y medio entrenándome con seriedad en Vipassana. Luego seguí viajando a dedo, hasta llegar al Centro de Meditación Dhamma Santi, cerca de Miguel Pereira, estado de Rio de Janeiro, en Brasil, para continuar mi entrenamiento con más seriedad aun, por otros 2 meses y medio. El objetivo: practicar Vipassana hasta conseguir ser capaz dominar mis impulsos de ira, evitar lo mejor posible cualquier acto verbal o físico que me perjudique a mi o a otros, y purificar mi mente para conseguir realizar, de la mejor manera posible, sólo actos de buena voluntad, beneficiosos tanto para mi como para otros también. Además, quería ser capaz de entrenarme disciplinadamente a diario, en cualquier lugar  del mundo donde me encuentre, sin tener que depender de un centro de meditación.


Durante este tiempo, recorrí más de 5000km prácticamente a dedo, conocí gente maravillosa en el camino,
personas de buena voluntad, tanto chilenos como argentinos y brasileros (a quienes les estaré siempre profundamente agradecido), comencé a aprender portugués (entré a Brasil sin conocer el idioma local, pero con práctica diaria intensa, hablando portuñol, leyendo y preguntando, al cabo de un mes ya era capaz de darme a entender bastante bien. A los 2 meses ya me preguntaban de qué estado de Brasil era oriundo, jajajajaja) y puse a prueba mi autodeterminación, mi tolerancia a los climas calurosos y húmedos (imagínense un pingüino en medio de la selva tropical) y me volví un mochilero de tomo y lomo.

De Octubre de 2014 a Febrero de 2015 pasé prácticamente aislado del contacto con el mundo cotidiano, sin celular, muy ocasionalmente internet, y en un ambiente lleno de práctica meditativa y de buenos hábitos morales. De esta manera, conseguí desapegarme lo suficiente de mi pasado para enfocarme en mejorar mis peores defectos, con la ayuda de la técnica y de un ambiente propicio para el entrenamiento. Los resultados de esto se manifestaron gradualmente a medida que practicaba, sin embargo, pude darme cuenta de mis reales progresos cuando finalmente salí del Centro de Meditación y me enfrenté al mundo cotidiano de nuevo.

A estas alturas de seguro muchos de ustedes deben estar pensando: "qué tan importante puede ser esta famosa meditación como para que abandone toda mi vida y me aísle del mundo por tanto tiempo?" Yo les respondo así: no hay nada, NADA más importante en la vida que SER REALMENTE FELIZ, que vivir con la mente realmente en paz, que vivir libre de toda desdicha; no tiene sentido llevar una vida llena de miseria y peor aun, compartir esa miseria con los demás, por más mínima que sea. Todos llevamos algo de miseria en nuestras mentes, y consciente o inconscientemente la estamos distribuyendo por el mundo, contribuyendo así a hacerlo un lugar miserable; ciertamente esta no es una buena manera de vivir, y yo tomé la decisión de erradicar hasta la última huella de miseria de mi ser. 

No es nada fácil dominar y purificar la mente, llevar una vida virtuosa y digna de ejemplo, no soy un monje renunciante, vivo como una persona laica en un mundo lleno de distracciones e influencias negativas. Al menos me he desligado de muchas responsabilidades que el común de las personas tiene, y eso ha aumentado mis posibilidades de conseguir mis metas. Tengo mucho que hacer, pero no pienso detenerme. Cada día practico meditación, desde que vivo así, me esfuerzo en no hacer daño a otros seres, hago lo mejor que puedo para hablar correctamente, no mentir y no hablar de frivolidades o decir cosas que perjudiquen a otros, he abandonado el consumo de todo tipo de sustancias que alteren la conciencia o que conduzcan a actos negligentes, y estoy manteniendo una vida sexual monógama y con la esperanza de algún día no sentir más apego por esto ni por nada.

Hablar de la Vipassana da para un artículo especial. Mi próximo artículo creo que será acerca de mi experiencia personal con esta noble técnica. De seguro que inspirará a más de alguna persona a vivir la experiencia también. Por ahora pueden ingresar aquí e informarse más.

Para finalizar, puedo decirles, no he sido para nada una persona digna de ejemplo, muchos han padecido por mi causa, y me cansé de que eso sea así; nadie merece ser perjudicado por otro, y todos tenemos el deber de convertirnos en buenos seres humanos, de la mejor manera que podamos. Yo elegí esta forma, y daré testimonio en este blog y en mi vida sobre los efectos que provoca, con la esperanza de que muchos de ustedes quieran también hacer el experimento y comprobar en carne propia que lo que digo es real. No necesitan abandonar sus credos, no necesitan renunciar a todo (a menos que decidan viajar sólo de ida por todo el mundo como yo, jejje). Puede que más de alguno de los que lean este artículo se encuentren en situaciones algo similares a las que me he encontrado, y ahora contarán con un testimonio que les dará una idea de lo que les espera. Yo puedo decir que no estoy para nada arrepentido, y poco a poco todo sigue mejorando, no se hasta cuándo. Las vicisitudes de la vida siempre van a estar, pero a cada segundo uno está mejor preparado para enfrentarlas, y eso vale más que cualquier cosa.


Den el paso decisivo, abandonen la vida ruin y emprendan un camino que sea beneficioso para ustedes y todos los demás. No se arrepentirán, cosecharán muy pronto los frutos de ese cambio. Hasta el próximo capítulo.

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sábado, 30 de mayo de 2015

Un viaje con mucho sentido, una misión personal

Hace tiempo un amigo me aconsejó que escriba un libro autobiográfico, pues estoy lleno de las más singulares y variadas historias, acumuladas en estos 34 años de vida, y podrían servirles a alguien para tomar mejores decisiones en su vida. Posteriormente varias personas más me han animado a que lo haga, sin embargo no he sido capaz de concretarlo, aunque sí he reflexionado mucho sobre eso. El principal motivo por el cual suelo desistir en la idea es que existen millones de libros, millones de discursos, millones de fórmulas y cuentos maravillosos de gente que afirma ser feliz, haber alcanzado la santidad, la iluminación, la fórmula secreta de la felicidad infinita, la abundancia infinita, el "re-descubrimiento de la rueda", etc. Pienso que ya hay demasiados libros escritos al respecto, muchos "seguidores" que gastan millones en libros y métodos que se aprenden de memoria pero que poco se practican, creando una patológica conducta consumista y basada en sólo teorías, especulaciones, experiencias de otros; pero que en la práctica no son comprobadas por cada uno, por lo tanto, qué más podría aportar este común ser humano, tan lleno de imperfecciones, que no tiene superpoderes, no ha escalado el Everest, no ha luchado con leones, no ha saltado en caída libre desde un avión, no ha llegado a la luna, no se ha ganado la lotería ni nada similar??

En la práctica, muchísimas de esas personas que escriben libros y dan conferencias magistrales de cómo ser feliz, se llenan los bolsillos con el dinero de millones de cándidos seguidores, y a la vez llevan vidas llenas de agitación, stress, ansiedad, enfermedades físicas y mentales, aunque ninguno la reconoce. Pienso por ahora que la creación de este blog será lo más cerca que estaré de escribir un libro, hasta que realmente sea digno de uno jejeje.

Esta es mi primera entrada en este blog. Para un primerizo en blogs como yo es difícil saber por dónde comenzar a escribir, o cuánto escribir. Hace mucho tiempo que estoy estudiando la posibilidad de hacerlo, buscando una buena manera de compartir mis experiencias vividas, con el fin de ayudar desinteresadamente con algo mínimo a quienes aun buscan qué hacer con sus vidas, qué decisión tomar para que todos se beneficien y nadie salga perjudicado, para salir del círculo vicioso en el que se encuentran, para emprender un camino hacia la felicidad verdadera, hacia la paz verdadera. No quiere decir que yo ya lo haya conseguido, no pretendo ponerme en una posición tan soberbia; sin embargo, pienso que todas las cosas buenas (y las no tan buenas también) que me están pasando a mí y a los que me rodean de seguro pueden inspirar a otros a tomar acciones decisivas que camben sus destinos y comprueben por sus propios medios qué es lo que ocurre con tan sólo un paso dado en la dirección correcta. Muchos amigos y conocidos me han escrito por facebook, preguntándome cómo ha sido la aventura, manifestándome sus intenciones de hacer lo mismo, pero aun no se han armado de valor para dar ese paso decisivo, abandonar su vida actual y su zona de confort para conocer el mundo, cambiar y ser felices. Espero que este blog los pueda inspirar a ellos y a todos quienes estén en búsquedas similares.

Un primer paso cambió mi vida y fui más feliz que antes. Luego de millones de pasos, mi vida sigue cambiando y ahora soy aun más feliz. Conseguir darme cuenta, a estas alturas, de cuál fue ese paso, es difícil de decirlo; ya se han dado demasiados... En este sentido, me parece que lo mejor sea decir en qué punto de mi trayecto me encuentro ahora y hacia dónde voy.

En este momento me encuentro en un hostel en Miraflores, Lima, Perú, trabajando por 5 horas al día, 5 días a la semana, a cambio de alojamiento y desayuno. Tengo un ambiente tranquilo y acogedor, limpio y ordenado, con internet, a pocos pasos de un litoral peruano maravilloso, acceso gratuito a internet wifi, un cómodo sofá para sentarme por horas a escribir, y muchísimo tiempo para planificar mis pasos y salir a disfrutar de la vida tal como es, con sus altos y bajos. 

Hacia dónde voy? Pues me dirijo a una meta que aun está muy lejos, pero que cada día está más cerca: voy en busca de una verdadera paz, de una verdadera armonía, de una verdadera felicidad, de aquella que nunca muere, de aquella que es pura, sin matices, inmortal y perfecta. Por eso visitaré cada país y cada centro de meditación Vipassana del mundo (en la tradición de Sayagyi U Ba Khin, tal como enseña S. N. Goenka); la ruta que seguiré será el Noble Sendero Óctuple, de esta manera me entrenaré intensivamente con la vipassana, e iré dejando por mi camino semillas de buena voluntad, huellas de mi progreso en la práctica, al mismo tiempo conoceré nuevos lugares, culturas, idiomas, muchas personas, muchos amigos nuevos. Además, me gusta el Taiji (o Tai Chi) de la familia Yang, arte marcial que practico y enseño; practicaré y enseñaré por cada lugar que vaya, a quien desee aprenderlo y practicarlo con seriedad... Cuando pase por China tengo intenciones de quedarme un tiempo entrenando intensivo con algún buen maestro de taiji, para seguir progresando en esta técnica. Llevaré un registro en fotografías y en videos de mis experiencias, y los compartiré con todo el mundo, con la esperanza de que muchos se inspiren a practicar vipassana, a cambiar sus conductas, a convertirse en personas de bien, a ser felices, a viajar por el mundo y compartir con otros sus méritos obtenidos.

Ya he recorrido Chile, Argentina, Brasil, Paraguay, Bolivia y me encuentro recorriendo el Perú. He conocido 3 centros de meditación en Argentina y Brasil, y otros sitios alquilados en Chile y Paraguay. Aquí en Lima me quedaré un par de meses, para reunir algo de dinero y seguir viajando, además pretendo ir a conocer un centro de meditación que se encuentra en construcción cerca de acá. Y todo comenzó con un paso. En un próximo artículo les contaré cómo fue que comenzó este viaje.

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